Ratificaron la pena de 22 años de prisión para Lagostena

El Tribunal de Casación Penal bonaerense confirmó la condena a 22 años de prisión de Daniel Lagostena por el crimen de su pareja, Erica Soriano.

Erica Soriano, estaba embarazada, cuando desapareció en agosto de 2010. Era madre de una niña que no vivía en ese momento con ella. Su cuerpo nunca fue hallado, pero su crimen no quedo impune. Daniel Lagostena fue condenado a 22 años de prisión.

En las últimas horas, la Sala I, integrada por los jueces Ricardo Maidana y Daniel Carral, dejó firme la sentencia dictada en julio de 2018 por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de Lomas de Zamora, que le había atribuido al condenado el delito de “homicidio en concurso ideal con aborto”, ya que la mujer estaba embarazada al momento del crimen.

En su fallo de 51 páginas, los jueces Maidana y Carral recordaron una serie de testigos que se refirieron al “maltrato psicológico que sufría Érica Soriano por parte de Lagostena, quien controlaba cómo se vestía, el maquillaje que utilizaba, el uso del teléfono celular, los lugares a los que concurría y con quién lo hacía, y los boletos de colectivo para verificar sus horarios”.

“Además, dieron cuenta de lo celoso y posesivo que era el imputado al punto de hackearle la cuenta de correo electrónico y revisarle el celular”, señalaron, al tiempo que explicaron que, además de los testimonios, se reunieron mensajes que víctima y victimario intercambiaron por “correo electrónico” en los que ella manifestó su malestar ante las escenas de celos, planteos y reclamos.

Al respecto, el tribunal de primera instancia en su fallo condenatorio dejó asentado la “pesadilla y calvario” que Erica vivía por esta situación.

Luego, remarcaron varios puntos de la investigación que apuntaron contra Lagostena, como que fue la última persona que estuvo con Erica, mostró “desinterés” en la búsqueda de su mujer, la última geolocalización del celular de la víctima la ubicó en el domicilio de él y, además, que el condenado mantuvo “inusuales comunicaciones” con su “núcleo familiar” la madrugada en la que se cometió el crimen.

También hicieron hincapié en las “contradicciones” de la versión de Lagostena al momento de, por ejemplo, describir las prendas de vestir que llevaba puesta Erica al momento de su supuesta desaparición, algunas de las cuales se hallaron en su casa.

Según Casación, los elementos reunidos se orientaron a que la mujer “no salió del lugar con vida”, por lo que finalmente rechazaron por “improcedente” el recurso interpuesto por la defensa, dejando firme el fallo de primera instancia por el crimen.

En la investigación se acreditó que el 20 de agosto de 2010, Lagostena y Érica (30), tras visitar a un ginecólogo en Capital Federal, se dirigieron a su domicilio en Lanús, donde ya se encontraba una persona no identificada hasta ahora que utilizó el teléfono de línea para llamar a una pizzería a las 22.01.

Se estableció que a las 22.13 Érica habló por celular con una amiga, quien luego declaró que se dio cuenta de que en el viaje iba manteniendo una pelea con Lagostena.

Cerca de la medianoche, el imputado comenzó a intercambiar mensajes con uno de sus sobrinos, con quien hasta entonces no tenía un trato cotidiano ni habitual.

Alrededor de las 5 del día siguiente, un celular a nombre de la madre de ese joven registró llamadas salientes en el centro porteño y la Costanera Norte, y luego en Lanús.

La intensidad de las llamadas despertaron la atención de los investigadores porque no era habitual el uso horario ni el patrón de comunicación.

Si bien Lagostena dijo que solamente tenía un celular a nombre suyo, luego se comprobó que contaba con cuatro teléfonos móviles activos.

En tanto, los peritos que buscaron rastros en la casa hallaron la chimenea caliente, pese a que ese día hacía 24 grados, y restos de poliéster que se correspondían con una bombacha, por lo que se presume que el imputado quemó allí la ropa de su pareja.

En mayo de 2016, Lagostena quedó detenido por el crimen y durante el juicio oral aseguró que su relación con Érica era “normal y buena”.

Esta nota habla de: