Mar del Plata comenzó la flexibilización de la cuarentena

Mar del Plata cumplió la primera jornada de apertura de comercios a la calle y peluquerías que anunció el jueves pasado su intendente, Guillermo Montenegro.

“Me quedé sin ahorros”, fue lo primero que dijo Lucas, comerciante de la calle Güemes de Mar del Plata, cuando fue consultado sobre la prueba piloto de la apertura de los comercios minoristas, que fue anunciada por el intendente. Y después, con una sonrisa, agregó: “puse un sistema de turnos y tuvimos una gran respuesta, estamos con buenas expectativas”.

“La gente entendió la responsabilidad con la que se tenía que tomar esta prueba”. Ese es el primer balance oficial que hacen de esta experiencia de apertura en la ciudad balnearia. Así lo confió el secretario de seguridad de General Pueyrredón, Darío Oroquieta, que fue uno de los encargados de la estrategia de control que le pidió el intendente, Guillermo Montenegro.

La ciudad de Mar del Plata se transformó en foco de la noticia nacional desde el jueves, cuando el intendente anunció la realización de una prueba piloto de apertura de comercios minoristas durante el fin de semana.

El viernes 8, durante 15 minutos, la ciudad no tuvo enfermos por coronavirus. Por la tarde se confirmó el caso positivo de una enfermera de la Clínica del Niño. Un total de siete personas allegadas están en estudio. En tanto, la mujer de 30 años, está desde ayer a la noche está en internación extrahospitalaria.

Desde las 9 y hasta las 17 de este sábado y domingo, los locales de todos los rubros que dan a la calle abrirán sus puertas. Llevan adelante un estricto protocolo impuesto por el municipio, en el que se establece la cantidad de personas que pueden ingresar al comercio, la utilización de trapos con lavandina en las puertas de acceso, la obligatoriedad del uso de tapabocas y la implementación de suministrar alcohol al 70% en las manos de los clientes, es la reglamentación que les cabe a todos.

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Mar del Plata comenzó una apertura paulatina de la cuarentena

“No tenemos miedo, tenemos cuidado” contó Silvana, propietaria de una juguetería con 50 años de trayectoria en la ciudad. “Hay necesidad de abrir, pero también una gran incertidumbre” comentó la comerciante de años, y explicó que “vamos a tener la tarea complicada de que no toquen los juguetes, pero queremos que vengan los mayores con los menores para que puedan hacer algo distinto”.

Hace años que Mar del Plata dejó de ser una ciudad de verano, y con más de 700 mil habitantes, tiene varios centros comerciales diseminados en ella. El desafío de control de los sectores será una de las principales pruebas.

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