Hijo de Pablo Escobar, en el día de su cumpleaños: “Me criaste con amor y valores
Juan Pablo Escobar Henao recordó al capo de la mafia de la droga en el día de su cumpleaños número 70.
Luego de haber disfrutado de un vuelo en la Primera Clase de Emirates con destino Dubai -donde está dando conferencias sobre sus libros y su vida- Juan Pablo Escobar Henao recordó a su padre, el mayor criminal de la historia de Colombia, en una fecha por demás especial para él y toda su familia: el cumpleaños número 70 del patrón. En rigor fueron dos las dedicatorias: la primera una simple tarjeta en inglés; la segunda, un poco más elaborada, dejaba entrever sus sentimientos.
Nacido en Rionegro, Antioquia, el 1 de diciembre de 1949, Pablo Emilio Escobar Gaviria murió a los 44 años el 2 de diciembre de 1993 en Medellín luego de una interminable cacería que puso fin a su vida en los tejados de la casa donde se refugiaba junto a uno de sus últimos sicarios que aún estaban a su lado. Ayer, cuando las primeras horas de diciembre veían la luz en Dubai, Juan Pablo le dedicó una tarjeta virtual en inglés. Apenas un “Happy Birthday, Father. 70 years of your birth – 1 december 1949”. Nada más.
Sin embargo, dos horas después, a las 4 am hora local, desvelado, se explayó más. Publicó un texto dedicado a su progenitor junto a dos fotografías en la que se lo puede ver junto a sus padres -Pablo y María Victoria- y su hermana Manuela. “Papá, ¡hoy estarías cumpliendo 70 años! Crecí en una cultura que reza: Honrarás a su Padre y a tu Madre. Me criaste con Amor y Valores. Me diste lo que creías era lo mejor para mí. Gracias por mostrarme el camino que NO debo recorrer. No vine a este mundo a ser tu juez, sólo soy parte de tus afectos más importantes. Sólo Dios puede juzgarte, pues muy pocos están libres de Pecados. Te debo respeto a ti al igual que a tus Víctimas. ¡Un fuerte abrazo en este día! Con amor, tu hijo Juan Pablo”.
Ayer, a 70 años de su nacimiento fueron muchos los que lo recordaron. Algunos con nostalgia, como su hijo Juan Pablo. Otros, con el resentimiento justificado de haber padecido a uno de los mayores criminales de la historia de la región.